En clase de español por el Barrio Gótico

En clase de español por el Barrio Gótico

Si desde las ventanas del aula un cielo azul nos invita a volar y la brisita veraniega ya nos dificulta demasiado concentrarnos, quizás haya llegado la hora de seguir aprendiendo español fuera de la escuela. ¡A la calle! La enseñanza ELE no tiene por qué darse siempre en un contexto académico; de hecho no tiene sentido que allí se limite, siendo que es en la vida real donde hay que poner en práctica el nuevo idioma.

Hoy entonces, a las puertas del verano, os proponemos llevar la clase de ruta por uno de los barrios emblemáticos de Barcelona, el Gótico, que si bien todos los estudiantes visitan apenas llegan, muy pocos logran conocerlo a fondo. La idea de descubrirlo de la mano de alguien local y en interacción con otros hispanohablantes suele encantarles y, si a eso le sumamos investigaciones previas o posteriores sobre la historia de los puntos visitados, la clase veraniega resulta además de divertida, muy interesante.

Arrancamos nuestra ruta en Plaza Catalunya- ¡dónde sino!- para bajar por Las Ramblas hasta la calle de Portaferrissa y girar a mano izquierda. Esta fue una de las puertas de entrada a la ciudad medieval amurallada y su nombre se debe a la barra de hierro (ferro en catalán y de ahí ferrissa) que se usaba para medir si cabían los carros por la antigua puerta. Hoy en día sigue siendo una puerta pero hacia el corazón comercial de Barcelona y nuestra misión será atravesarla con la mayor elegancia y velocidad posibles.

Porque el objetivo está un poco más allá, en la Plaza de la Catedral, por supuesto. Primero podremos detenernos un momento en la feria que ese día haya montada ya que, por lo general, los puestos exhiben productos locales o antigüedades que son buen ejemplo de la cultura y la historia de la ciudad. Como los precios son los propios de un mercado en el centro turístico de Barcelona, el paso por allí será más para ver que para comprar y rápidamente nos estaremos dirigiendo hacia la verdadera estrella de la plaza: la Catedral.

La Catedral de la Santa Creu i Santa Eulàlia tiene una impresionante fachada gótica que recuerda a las grandes catedrales francesas y su interior creemos que vale la pena visitarlo en una salida aparte. Durante la ruta con la clase ELE podemos hacer una breve introducción sobre su historia y su estilo arquitectónico para seguir descubriéndola a través de un recorrido por sus laterales, plagados de pináculos y gárgolas misteriosas. La calle del Bisbe- mirando a la Catedral, a mano derecha- es un museo en sí misma, así que llevar a los estudiantes por ella es gozo asegurado. Además de ofrecernos vestigios de la época romana- en el principio de esta callecita se conservan restos de una de las puertas de entrada de la antigua muralla romana del siglo IV- y la reconstrucción de un arco de uno de los dos acueductos que había en la ciudad, la calle del Bisbe seguro que os deleita con algún buen músico callejero.

Luego, siguiendo por esta misma calle, toparéis con dos rincones obligados para todo visitante de Barcelona: el claustro de la Catedral y la plaza Sant Felip Neri. El claustro- hasta hace muy poco de acceso gratuito y ahora, como casi todo en la capital catalana, de pago- es un magnífico patio del siglo XV donde podréis respirar un poco de aire fresco bajo sus árboles y hacer una paradita entre las trece ocas que se pasean por allí en recuerdo de la edad y los martirios que sufrió Santa Eulàlia, a quien está dedicado el templo.

Al salir del claustro, tendréis justo enfrente el “pasadizo secreto” a Sant Felip Neri, uno de los rincones más mágicos del barrio Gótico. Este punto, además, es una buena excusa para tocar un poco de la historia más reciente de Barcelona y de España porque en la parte baja de la fachada de la preciosa iglesia barroca dedicada al jesuita San Felipe Neri se distinguen los restos de metralla que dejó uno de los peores bombardeos aéreos franquistas durante la Guerra Civil.

Para terminar el paseo/clase, una buena opción es llegar hasta la Plaza Sant Jaume donde se encuentran los dos principales edificios institucionales: el Ayuntamiento y el Palacio de la Generalitat. Tras una breve explicación de su historia y sus funciones- recomendamos, en visita aparte, recorrerlos por dentro, son fantásticos- es interesante girar a la derecha de la plaza (mirando al Ayuntamiento) y dar una vuelta por las callejuelas del antiguo barrio judío- el Call- lo cual es activar aún más la máquina del tiempo y aparecer con los alumnos en rincones que se conservan intactos desde el siglo XII.

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