Planificar bien, gran clave de tu clase ELE

Planificar bien, gran clave de tu clase ELE

“¡Cuánto tiempo se me va cada día en la preparación de clases!” Este es un lamento que me duró, como mucho, una semana, la primera en mi carrera como profesora de español para extranjeros. Luego, nunca más he percibido esas horas dedicadas a la planificación como “tiempo perdido”, la práctica me ha demostrado todo lo contrario: ¡tiempo ganado! 

Cuando una clase no está correctamente planificada, sufrimos todos. Los estudiantes, que en el mejor de los casos pierden el hilo de la lección y en el peor puede escuchárseles hasta roncar; y los profesores que al verse al frente de tal desastre se sienten, como es natural, desmoralizados. No es necesario pasar esos malos ratos, fácilmente los podemos evitar con un trabajo previo que, al principio, nos puede parecer excesivo pero rápidamente aprendemos a disfrutarlo y verificamos cuán clave es para el éxito de nuestra clase. 

Si la sesión ha sido cuidadosamente planificada, lo más probable es que todo vaya rodado. Tú como profesor/a ELE ya entrarás al aula tranquilo/a, sabiendo cuál es el “destino” de ese viaje que emprendes durante una o dos horas y cuál será tu “ruta” a seguir. Tendrás claros (y por eso los habrás dejado preparados) los medios que usarás y, seguramente, habrás previsto posibles problemas y sus soluciones, con lo cual la mayor parte de la clase estará “bajo control”. Ni que decir, pues, que al percibir el sostén de esa estructura lógica y bien definida, el alumnado se entregará gustoso al placer de aprender.

Todo muy bonito pero ya sé lo que estaréis pensando, planificar bien una clase ELE no es tan sencillo y, desde luego, no es algo que uno o una nace sabiendo. Es totalmente cierto. Por eso aprender a desarrollar esta capacidad ha de ser una de las herramientas fundamentales con la que tenemos que salir de un curso de formación de profesores de español. Yo, al menos, llegué a esa conclusión al acabar mis estudios y encaminarme hacia la enseñanza. A día de hoy (15 años después) sigo usando aquellas instrucciones, aunque ya adaptadas a mi propia forma de trabajar y a las necesidades específicas de cada centro, grupo o alumno. 

¿Qué tenemos que tener en cuenta a la hora de sentarnos con nuestro cafecito a preparar una clase ELE? Primero, que hay diferentes tipos de planificaciones, según nos enfoquemos en un mediano o largo plazo (un semestre o un curso anual, por ejemplo) o en una sesión en concreto (una clase de 1,5 o 2 horas normalmente). En ambos casos, nuestro paso número uno será el definir el o los objetivos principales que queremos alcanzar durante ese tiempo. Por ejemplo, en un semestre puedo marcarme como objetivo comunicativo que los estudiantes sepan hablar de sentimientos, de problemas sociales y de medio ambiente y como objetivo gramatical el dominio de tres usos diferentes del subjuntivo. En una clase, en cambio, mis objetivos serán quizás solo uno comunicativo (dar opiniones sobre temas políticos) y uno gramatical (el uso del subjuntivo en opinión negativa). Al enseñar español, tener nuestra “misión” escrita de forma precisa nos facilitará todo el resto del trabajo y nos abocará de lleno al siguiente paso: pensar en cómo cumplirla.  

Lo más importante que debe tener una planificación

Lo segundo, será definir cuáles van a ser las diferentes etapas en las que vamos a secuenciar la sesión y qué vamos a necesitar para cada una de ellas. Aquí es donde fijaremos de antemano los materiales que usaremos, qué forma de interacción tendrán los estudiantes, cuánto tiempo dedicaremos a cada actividad, etc. Y aquí es donde también dejaremos volar nuestra imaginación ¡y nos divertiremos! Porque el proceso de creación de una clase de español para extranjeros puede ser sumamente inspirador si nos damos ese espacio para la creatividad. Yo, debo confesar, que las tardes que paso investigando, buscando materiales, creando los míos propios y organizándolos son unos de mis momentos favoritos del trabajo como docente ELE. 

¿Qué pasa si un día no tenemos la clase planificada? Pues improvisamos, qué vamos a hacer. La vida no es fácil y más de una vez nos podemos encontrar “en apuros”, bien porque nos ha surgido una sustitución de repente, bien porque simplemente no nos ha dado tiempo, en medio de nuestra ajetreada marcha de profesoras o profesores de español. Saldremos adelante, sobre todo a medida que ganemos experiencia y vayamos adquiriendo la destreza de la improvisación. Pero también iremos comprobando en nuestra propia piel lo estresante y limitada que se vuelve la clase cuando esa estructura de base no está. Cómo echamos de menos esa hoja amiga, manuscrita o hecha a ordenador (cada uno a su manera), que nos acompaña y nos guía mientras estamos junto a la pizarra.

Y si todo lo dicho anteriormente aún no os ha convencido bastante como para dedicarle el tiempo que merece a la planificación de la clase ELE, aquí va, por último, uno de sus mayores beneficios: ¡la lección te queda preparada para siempre! Asegúrate de archivar de forma organizada todas las sesiones que vas planificando y como resultado tendrás un material que vale oro, al que podrás recurrir cada vez que lo necesites (claro que en constante revisión y  actualización para que tus clases sean cada vez más chulas). 

Pocas inversiones tan rentables, desde el momento en que durante el curso de profesores de español tomas notas sobre las primeras nociones relacionadas con la planificación hasta que las llevas a la práctica en la misma formación o luego en tu propia carrera, podrás comprobar por ti misma o mismo todo lo que aporta la planificación consciente y creativa a tus clases ELE.

A continuación, os mostramos un breve ejemplo real de una planificación detallada para una clase de español de nivel B2. La columna tiempo/interacción detalla cuánto tiempo vamos a dedicar a la tarea y cómo vamos a organizar a los alumnos para estimular la comunicación (parejas, grupos, plenaria, etc.). En la segunda columna definimos la etapa o fase de la clase (calentador, contexto, tareas, reflexión gramatical, etc.). En la tercera columna detallamos los objetivos de cada tarea (objetivos comunicativos, gramaticales, léxicos y culturales). En la última columna reflejamos los recursos necesarios para llevar a cabo la tarea (presentación, tarjetas, cartulinas, etc.).

Te mostramos una planificación detallada para una clase de español nivel B2

Flor Ragucci

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