¡No gramatices! Resolviendo dudas existenciales sobre la gramática en clase ELE

¡No gramatices! Resolviendo dudas existenciales sobre la gramática en clase ELE

“No me gusta pero es necesario aprenderla porque, aunque puedo comunicarme sin saberla, es mejor cuando la sé”. ¿De qué creéis que está hablando Yoko, nuestra alumna de español? ¡De la gramática, claro! De eso que muchas veces los profesores pensamos como un resto fósil de la “vieja escuela”, capaz de amenazar la fluidez de la clase, pero que- aún si nuestro enfoque es el comunicativo- no deja de ser una parte fundamental del aprendizaje de una segunda lengua.

Hemos consultado a numerosos estudiantes su opinión sobre la gramática y, oh sorpresa, la mayoría de ellos nos ha ratificado que la considera elemento esencial para poder usar correctamente la lengua y para organizar mejor las estructuras aprendidas. ¡E incluso hay quienes hasta nos han dicho que les encanta! Así que nos toca ahora a los profesores tomarnos un tiempo para reflexionar y discutir sobre este aspecto básico de nuestra tarea, por eso también les hemos preguntado a ellos y, a continuación, compartimos sus interesantes aportes.

¿Cómo integrar la gramática en clase?

Por unanimidad, los profesores consultados pusieron el énfasis en el planteo de la gramática en clase dentro de un contexto de uso real de la lengua, presentada a través de soportes auténticos como vídeos, textos literarios, artículos o audios en los que se reproducen situaciones de la vida cotidiana. “Introduzco un contenido gramatical cuando considero que realmente los estudiantes lo sienten necesario para poder comunicarse. Si estamos hablando de la infancia, ellos mismos se darán cuenta de que necesitan conocer las formas verbales correspondientes y es entonces cuando buscaremos, entre todos, esas estructuras”, explica Marcela, profesora de español para extranjeros en Barcelona.

Una vez identificadas las reglas gramaticales, la mayoría de los profesores con los que hemos hablado coincide en hacer una sistematización para que el contenido sea más claro mediante una explicación en la que el docente va poniendo nombre a los fenómenos que explica. “Por ejemplo, sí estoy hablando de un Objeto directo, hago referencia a ello como “Objeto directo”. Hay quienes piensan que, para aprender una lengua, no es necesario conocer el nombre de cada estructura pero, para mí, sí que es interesante que lo sepan”, comenta Ángela, otra de las profesoras ELE consultadas.

También un punto que comparten muchos profesionales es el de la presentación de la gramática mediante un modelo comunicativo por fases, como lo postula, entre otros, el libro Aula, de la editorial Difusión. “Para practicar las nuevas estructuras voy por fases y después pasamos al uso con actividades orales pero no muy complejas. La dificultad se acrecienta poco a poco, y la idea es que, finalmente, se pueda hablar con la mayor naturalidad posible”, aporta Gonzalo, profesor también de Barcelona.

¿Reflexionas/negocias con tus alumnos cómo tratar la gramática?

Ante esta pregunta el acuerdo es menos generalizado. Hay quienes, como Rory, al inicio del año busca conjuntamente con los estudiantes una fórmula que les funcione a todos y quienes, como Elsa, no suelen negociar mucho con ellos pero reconocen que sería interesante escucharles más. “Cuando propongo tareas de identificación de significado, me dicen que no entienden las palabras que he usado y me proponen nuevas. Ahí es cuando me planteo lo importante que es darles su espacio para que ellos mismos reflexionen sobre las diferentes clasificaciones gramaticales”, advierte Elsa.

María también defiende la implicación de los alumnos en el análisis de la gramática y por eso promueve “que entre compañeros piensen sobre distintos usos, como por ejemplo, los de ‘qué’ y ‘cuál’ y así, entonces, jugando a estar en una cocinita investiguen los moldes de la lengua”.

¿Cuál es la forma más efectiva de llevar la gramática al aula?

Llegamos a tres conclusiones principales:

1.- El enfoque comunicativo da muy buenos resultados porque, tal como nos han dicho los encuestados “ayuda a alejar la gramática de la mala fama de aburrida que tiene”;

2.- Los ejercicios “rellena huecos” y los paralelismos con estructuras parecidas a las de la lengua de los estudiantes son muy útiles para aclarar y afianzar los contenidos gramaticales;

3.- ¡con una sonrisa todo se enseña/aprende mejor!

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